LA ASUNCION

Todavía resuena en mis oídos la “Oda a la Ascensión” aquella de Fray Luis de León, que con tanto esfuerzo, mis profesores de literatura, trataban de inculcarme:
"Y dejas pastor santo
tu grey en este valle, hondo, oscuro...,
y tú, rompiendo el puro
aire, te vas al inmortal seguro

Sin darme cuenta, la composición literaria me transporta misteriosamente, a la realidad actual de la ceremonia religiosa celebrada en la pequeña parroquia. Rodeado de todos los asistentes y presidida por el Sr. Obispo, la solemnidad de la Ascensión, adquiere un carácter festivo, al incluirse dentro de la conmemoración del Cincuenta Aniversario. La iglesia repleta de feligreses, recuerda las antiguas asambleas de cristianos, entorno a sus pastores, donde con una misma fe, se daban gracias a Dios por todo lo que se poseía."

Un momento de la Consagración

Se van sucediendo las lecturas y las ofrendas en el altar, mientras una música coral perfuma con sus notas, a modo de bálsamo relajante, el espacio del templo. Todos participan.
Una vez terminada la ceremonia religiosa, nos apresuramos a salir al recinto exterior, delante de la puerta principal, para ver el alarde de danzas vascas, con el que se homenajea al Sr.obispo y a todos los presentes. Silvia insiste en ampliar el círculo, para ver mejor el espectáculo, sin mucho éxito.

Nuestro Párroco junto al Sr. Obispo

El sol cae con justicia, mientras el chorizo que espera servido en las mesas en la parte trasera del templo se va derritiendo por efecto del calor.
Se cumple lo de que “Hay en el año tres jueves (léase en este caso, domingo), que relumbran más que el sol…,
Y, como ya terminan las danzas…, todos nos precipitamos a la parte trasera, para hacer honor a las estupendas viandas preparadas con cariño y esmero.

¡Que aproveche!

Los peques con sus refrescos. Los mayores comentando las noticias del día. No faltan, ni los miembros de la coral, ni los integrantes del equipo de danzas. Los rezagados encuentran las mesas repletas, pues aunque se consume a un ritmo frenético, los voluntarios no paran de preparar bandejas de jamón, partir pan y sacar más bebidas, (que por cierto, mi más cordial enhorabuena, por la idea de colocar un cubo con agua y hielo, para que permanezcan frescas)

Unos feligreses
……….
¡Sácanos a nosotros, que somos de la parroquia, de toda la vida!... Comentan una pareja de matrimonios.
……….
¿Y donde vamos a poder ver las fotos?..., preguntan otros interesados en conocer, como aparecen sus bronceadas arrugas, en compañía del vaso de clarete.
……….
Pues que nadie se preocupe, que todo llegará a su tiempo. De momento pinchando en las fotos, que aparece en la parte derecha, se puede empezar a disfrutar de algunas.
En fin, un fin (y valga la redundancia) de semana, pletórico y completo de toda clase de eventos.

Un momento del aperitivo

Mi felicitación a todos los cooperantes y mi agradecimiento en primer lugar al Sr., Obispo D. Carmelo y en segundo, a todos los que ha hecho posible, un feliz aniversario.
Un abrazo.