PARROQUIA DE LA STA CRUZ

Barrio de la Cruz. Bilbao (Begoña)

15 mayo, 2006

LA EUCARISTIA


La Iglesia Universal y cada Iglesia Particular. Nuestra Iglesia Diocesana de Bilbao vive también de la Eucaristía. Y, por el contrario, cuando en la Iglesia, sea cual sea el lugar en el que se encuentre encarnada, se olvida, minusvalora o relativiza el Santísimo Sacramento de la Eucaristía instituido por Jesucristo Nuestro Señor como "sacrificio, presencia y banquete", se abre el camino al debilitamiento progresivo e imparable de la vida cristiana, a la rápida desaparición del vigor apostólico, e, incluso, a la pérdida de toda capacidad de Evangelización.

El Santo Padre ha querido en su última Carta Encíclica sobre la Eucaristía -"Ecclesia de Eucaristia"- volver a recordar la verdad plena e íntegra del Misterio Eucarístico que es Sacramento de Nuestra Fe por antonomasia, dado que en él se contiene todo el don y misterio de nuestra Salvación: el don de Cristo en su totalidad. Porque el don eucarístico del Señor "es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación" (EexE. 11).

No es extraño pues que el Papa haya querido, como él mismo dice, suscitar de este modo "el asombro eucarístico" de toda la comunidad eclesial, a fin de ahondar de verdad en el programa que ha dejado a la Iglesia "con la Carta Apostólica NOVO MILLENIO INEUNTE y con su coronamiento mariano ROSARIUM VIRGINIS MARIAE", cuya esencia e inspiración fundamental consiste en "contemplar el rostro de Cristo y contemplarlo con María", y así "remar mar adentro en las aguas de la historia con el entusiasmo de la nueva evangelización" (EexE. 6).


Nuestra Iglesia diocesana necesita compartir intensamente "este asombro". Yo diría, lo precisa con urgencia ante la tarea de la preparación de su Tercer Sínodo Diocesano que nos reclama con fuerza un compromiso neta y limpiamente evangelizador. Puesto que, o es vivido y sentido como "un proceso de conversión verdaderamente espiritual" que nace y se alimenta de esa auténtica y plena experiencia y piedad eucarísticas, o no llegará nunca a fructificar en un nuevo capítulo de la transmisión de la fe a las nuevas generaciones y a la sociedad madrileña de hoy. ¿Es que hay otra vía alternativa a la de caminar juntos al encuentro y contemplación del rostro eucarístico de Cristo a la hora de afrontar y vencer la tentación y la seducción ejercidas por la cultura imperante del agnosticismo materialista, centrado en el puro y duro ideal del pasarlo bien a toda costa, caiga quien caiga? Ciertamente no.

1 Comments:

  • At 4:19 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Me parece muy interesante el artículo

     

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