PARROQUIA DE LA STA CRUZ

Barrio de la Cruz. Bilbao (Begoña)

19 abril, 2007

UN DIA EN LA PARROQUIA

Monumento

La mañana se había despertado templada y aunque unas densas nubes de color gris pardo taponaban el cielo de Bilbao, no se preveían lluvias para la mañana. Un ligero viento procedente de la costa, obligaba a sujetar los periódicos debajo del brazo, con el fin de mantenerlos controlados.
Nos sorprendió ver a Patxi, párroco de la Iglesia de la Santa Cruz, sentado en el banco de madera, en el pórtico de la Parroquia. Tranquilamente conversaba con un par de feligreses acomodados a su derecha.

Un momento de la ceremonia
Primeras lecturas de la Misa


Al sentirnos llegar, levantó la cabeza y con un gesto de asombro, nos dió un efusivo saludo.
-Vamos para adentro, para preparar la Misa- nos dijo, mientras perezosamente se incorporaba y nos marcaba el camino hacia el interior del templo.
Instantes después, me encontraba preparando las lecturas de la Misa, del Domingo primero después de Pascua, en el ambón del altar. Las flores, colocadas primorosamente a todo lo largo y ancho del altar de forma espectacular, delataban la mano femenina.
Con puntualidad suiza, a las once y media, Patxi revestido de sus ornamentos sagrados, salía cerrando la puerta de la sacristía dirigiéndose al altar y saludándonos con un sonoro “Buenos días, a todos y a todas.

Epistola


El tema de la homilía se centró en el pasaje evangélico en que Santo Tomás, incrédulo como ya sabemos, volvía a negar la Resurrección del Hijo de Dios y a repetir la famosa frase “Si no lo veo, no lo creo”.
Con diáfana claridad, nos fue explicando los extraños comportamientos del discípulo de Jesús, desde una perspectiva novedosa, que hizo mantener la atención de la concurrencia durante el tiempo que duró la plática.
No hay duda de que las indicaciones sencillas y breves son la forma más directa de llegar a todos y todas, teniendo en cuenta que las almas sencillas son las más fáciles de conformar.

Horacion
Orar hermanos...



No hay duda que nuestro querido párroco, ha conseguido que la Misa de las once y media, se haya convertido en un acto multitudinario de fieles devotos de la Virgen, que venciendo la pereza justificable de la hora temprana, acuden incondicionalmente todos los domingos a la celebración Eucarística.

Evangelio

De una forma sencilla y fraternal la cita dominguera se ha convertido en un acto social/religioso a través del cual, a demás de dar culto al Padre Celestial, se aprovecha el momento, a la salida del recinto parroquial, para ponernos al día de los acontecimientos sucedidos a lo largo de la semana, comentando con nuestros conocidos y amigos, lo más reseñable de los pasados siete días, a la antigua usanza, y que tanto gustaba a nuestros abuelos, costumbre que por cierto se ha perdido.
Estas pequeñas tertulias, de lo más afables, nos ponen en contacto con otras problemáticas ajenas a las nuestras, que en cierto modo hacen que nos sintamos más conformes con nuestras dolencias.

Feligreses
Vista interior del templo


Que Dios guarde muchos años a nuestro querido pastor, para poder seguir disfrutando de este dominical encuentro, así como a Silvia, la incondicional supervisora de la parroquia que con él colabora íntimamente.
Un saludo para todos.

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