PARROQUIA DE LA STA CRUZ

Barrio de la Cruz. Bilbao (Begoña)

19 julio, 2006

BIENAVENTURANZAS DE LA ALEGRIA

Bienaventurados los que saben reirse de sí mismos, porque nunca les faltará materia para divertirse.

Bienaventurados los que saben distinguir ua montaña de una piedra, porque se ahorrarán muchas preocupaciones.

Bienaventurados los que saben callarse y escuchar, porque aprenderán muchas cosas nuevas.

Bienaventurados los que son bastante inteligentes para no tomarse demasiado en serio a sí mismos y no creerse el centro del mundo, porque serán apreciados por los demás.

Bienaventurados los que saben callarse y sonreir aún cuando les cortan la palabra, les contradicen y les pisan el pie, porque el evangelio cominza a entrar en ellos.

Bienventurados los que saben admirar una sonrisa y olvidar una mala cara, porque su camino estará lleno de sol.

Bienaventuradpos los que son capaces de interpretar siempre con benevolencia las actitudes de los demás, aún cuando las apariencias sean contrarias. Pasarán por ingenuos, pero ese es el precio de la verdadera caridad..

Bienaventurados los que saben mirar con seriedad las cosas pequeñas y con tranquilidad las grandes, porque harán largocamino en la vida.

Bienaventurados los que mantienen puro su corazón a ún en medio de las tentaciones
de este mundo, porque serán en verdad hijos de Dios.

Bienaventurados los que piensan antes de obrar y rezan antes de pensar, porque así evitarán bastantes tonterías.

Bienaventurados los que no solo quieren conseguir la paz entre las naciones, sino también a su alrededor, en su trato con los más cercanos, porque asi mejorarán el mundo.

Bienaventurados lo que saben reconocer Al Señor Jesús entodas las personas que encuentran, poruq recibirán el premio que él nos prometió.

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BIENAVENTURANZA DE LOS ESPOSOS

Bienaventurados vosotros, esposos cristianos,
que sabéis ser`pobres de espíritu,
que no hacéis depender la felicidad de la cuenta bancaria,
del coche más lujoso o de la casa más grande.

Bienaventurados los esposos
que afrontáis con valor las aflicciones y las pruebas
y que no perdéis
la confianza de que el Señor
seguirá acordándose de vosotros.

Bienaventurados los esposos llenos de mansedumbre,
que sabéis escuchar y perdonar,
que en las diferencias os acogéis con paciencia,
y que no perdéisnunca el humor.

Bienaventurados los esposos
que tenéis hambre y sed de justicia,
que abris las puertas y los corazones
a los pequeños problemas del vecino
y a los grandes problemas del mundo.

Bienaventurados los esposos llenos de misericordia,
que os dáis cuenta de las heridas y las fatigas de los hermanos
y que os detenéis a curarlas pagándolas de vuestro bolsillo,
que sabéis abrir la puerta y preparar la mesa
a los amigos y también a los pobres.

Bienaventurados los esposos puros de corazón
que os entregáis uno a otro el cuerpo y el alma,
que intentáis cada día deciros todo,
y que acogéis la vida como signo del amor del Creador.

Bienaventurados los esposos constructores de paz,
la de la familia y la del mundo,
que en cada conflicto buscáis el diálogo,
que no pensáis resolver los problemas
a partir de la razón del más fuerte´
y que educáis a los hijos sin levantar vallas entre vosotros y ellos.

Bienaventurados vosotros si lográis realizar en vuestra vida
al menos un poco de lo que os enseña el evangelio:
y, si sucede que os llaman anticuados o necios,
precisamente entonces
es cuando vuestra vida agrada más al Señor.

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